martes, 25 de septiembre de 2012

PRODCUTOS QUIMICOS DE USO EN EL HOGAR

Los Jabones y detergentes: son productos químicos de origen sintético cuya función es “arrastrar” la suciedad aumentando su solubilidad en agua, a través de un ingrediente principal llamado “tensoactivo”. Dado que hay diversos tipos de suciedad, así mismo hay diversos tipos de jabones y detergentes: unos suaves y otros fuertes. Dentro de los suaves podemos nombrar los shampoos, jabones cosméticos para manos y rostro, tanto líquidos como sólidos en barra.
Dentro de los fuertes, se pueden mencionar los jabones para la ropa, los pisos, platos, etc.; aquellos que vienen en polvo o pasta, por lo general contienen sustancias abrasivas a base de silicatos y peróxidos o cáusticos que ayudan a desincrustar y disolver las grasas; pero estas sustancias son fuertemente irritantes, hacen mas reactivos los productos y poco biodegradables. Por ello su uso debe ser racional y es importante evitar las combinaciones o mezclas que puedan provocar reacciones químicas. Un caso muy frecuente de reacción química, es el que se presenta entre los desinfectantes a base de hipoclorito y los limpiadores multiusos a base agentes cáusticos como soda o amoníaco: al mezclarlos se libera gas cloro que es asfixiante y tóxico; provoca dificultad respiratoria y las consecuencias pueden ser muy graves según la cantidad inhalada.Las ceras, betunes, velas, esencias y pegantes: son generalmente productos inflamables; es decir, que se encienden fácilmente en presencia de una fuente de calor o chispa. Actualmente, algunas ceras son emulsiones y los betunes y ceras contienen bases siliconadas que disminuyen sus propiedades inflamables; sin embargo, es necesario saber cuál es la clase de producto que estamos utilizando para concluir acerca de las condiciones en que se debe almacenar. Si los productos que compramos son inflamables, lo cual se advierte en la etiqueta, se hace indispensable buscar un lugar aireado, lejos de instalaciones eléctricas, calentadores o cualquier otra fuente de ignición.

Productos especiales: hemos agrupado aquí algunos como ácido muriático (ácido clorhídrico), creolina, naftalina, varsol, etc. Son productos que tradicionalmente se han utilizado pero que por su toxicidad y alta peligrosidad se han venido reemplazando progresivamente: el ácido muriático se ha utilizado como poderoso desincrustante para baños y cocinas entre otras áreas, pero puede ocasionar graves quemaduras; otros productos altamente corrosivos son los que se utilizan para destapar cañerías que pueden contener ácido sulfúrico concentrado o soda cáustica pura. La creolina, naftalina y varsol son sustancias orgánicas que ocasionan problemas en el sistema nervioso cuando se inhalan y se ha discutido ampliamente acerca de su toxicidad. Es indispensable entonces evaluar la verdadera necesidad de utilizarlos. Para obtener mejores condiciones de seguridad en nuestros hogares tengamos en cuenta:
1. Conocer los peligros y características de cada producto que adquiera.
2. Evaluar realmente la necesidad de compra de los productos.
3. No mezclar productos, seguir las indicaciones del fabricante.
4. Guardar productos de aseo, plaguicidas, y medicamentos lejos de niños y de animales.
5. Evitar usar productos muy agresivos, muy contaminantes o que no tengan información
6. Separar los productos inflamables y protegerlos del calor.
7. Separar los plaguicidas, especialmente de alimentos.
8. Separar los productos ácidos de los que contengan amoníaco o cáusticos como soda o potasa.
9. Sólo utilizar productos de limpieza en áreas bien ventiladas y utilizar elementos de protección.
10. Bañar las manos y rostro antes de comer o tomar alguna bebida, para evitar la ingesta de sustancias químicas.
11. Usar sólo las cantidades necesarias, no desperdiciar el agua ni los productos.
12. Dejar los recipientes muy bien tapados después de su uso.

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